La formación permanente del profesorado basada en la escuela

Nuestro estudio comienza con un marco teórico que contempla la descripción del proceso de reforma educativa que se inicia en el país, en su conjunto, de la mano con el regreso de los gobiernos democráticos al país. Así, desde 1990, se comienza a hablar de la modernización de la educación chilena para, a partir de 1994, mencionarse el comienzo de la reforma propiamente tal. En el caso chileno, la política educacional diseñada tiene como propósito contribuir a mejorar de manera sustantiva la calidad de los aprendizajes de los alumnos y alumnas del sistema escolar y la equidad de su distribución, ampliando las oportunidades educativas de los sectores más pobres. Las políticas centrales señaladas, conducen a la existencia de cuatro ámbitos de acción para el proceso reformista convirtiéndose en sus pilares fundamentales. Ellos son: programas de mejoramiento de la calidad y equidad, fortalecimiento de la profesión docente, reforma curricular y jornada escolar completa diurna. De éstos el corazón mismo está puesto en el componente curricular dada la descentralización pedagógica que traslada el poder de decisión desde los organismos del nivel central del aparato educativo a los propios establecimientos educacionales y, por ende, al profesorado.
La reforma educacional del país es coetánea con otras similares de la región latinoamericana; ello no es una mera coincidencia sino que responde a requerimientos que vienen desde los organismos internacionales que se presentan como propulsores del desarrollo de los países del sur entregando importantes fuentes de financiamiento a través de sus tentáculos financieros como son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es decir, se facilitan los flujos de los cuales nos habla Castells y se hace participar en la aldea de Mac Luhan a un diez por ciento más de la población mundial. Claramente, entonces, los cambios que se viven en Chile (también en la región) encuentran fundamento y argumentación en la realidad globalizadora en que se encuentra el mundo; con todas sus ventajas y los inconvenientes que han llevado incluso a considerarla, por algunos, como una trampa para la democracia (la sola posibilidad de existencia de la sociedad 20:80 pareciera estar dándoles la razón). De todas formas, la globalización es una realidad y hemos de aprender a vivir con ella, no para dejarnos llevar como mansos y obedientes seres sin pensamiento, por el contrario, para comprenderla y orientarla hacia aquellos destinos que estimamos son los que nos conducen a mayores igualdades y equidades.
Como toda reforma educacional que se lleve a cabo en el mundo, la chilena necesita de un fuerte compromiso desde el profesorado para su desarrollo e implementación. En este importante aspecto no se han alcanzado los éxitos suficientes, muy probablemente dado que el magisterio nacional no se ha sentido protagonista de un libreto que le debiera ser propio. Con todo, el magisterio está jugando un rol en el desarrollo del proceso de reforma y, ciertamente, se requiere también de cambios en el profesorado para la consecución de los fines y objetivos que se pretenden. La formación permanente del profesorado adquiere, entonces, una importancia crucial y una oportunidad privilegiada a la hora de fundamentarse como una necesidad profesional, demandar nuevos marcos en las organizaciones escolares, reconocer distintos modelos, situarse en los propios centros educativos y propender a la constitución de comunidades profesionales de aprendizaje.
En su segunda parte, el marco teórico hace referencia a la formación en centros entendida como una modalidad que va más allá de la ubicación geográfica de la actividad, sino como una formación que aglutina a los profesores de un determinado centro educativo considerando sus propias necesidades, experiencias y prácticas para construir desde allí nuevos aprendizajes que den respuesta a sus específicos requerimientos; que sea capaz de consolidar los esfuerzos aislados en potentes fuerzas de colaboración y que se posicione como una especial alternativa para producir los intercambios reflexivos que se vean refrendados en la misma sala de clase. De esta forma estaremos acercándonos a generar innovaciones que vayan en beneficio de los destinatarios finales de toda actividad formativa que son los estudiantes.
Considerada la formación en centros como una modalidad que permite la innovación, nos encontraremos con que existen elementos que la favorecerán y otros que la dificultarán, ambos se consideran en nuestro estudio haciendo un repaso de ellos e insinuando algunas estrategias para acrecentar los primeros y superar los segundos. Finalizamos el marco teórico del estudio resaltando la importancia que crecientemente va teniendo la forma de trabajo en colaboración, identificándola como uno de los criterios de calidad institucional y como requisito a la hora de plantearnos la existencia de trabajos reflexivos donde se hace necesario conocer, debatir e intercambiar sobre la base de las prácticas docentes.
La segunda parte del trabajo se presenta en un capítulo general donde se considera el diseño y los criterios metodológicos de la investigación, señalando sus objetivos y la metodología desarrollada. Conjuntamente se refiere al desarrollo mismo, enfatizando el universo en que se desarrolla la investigación, el proceso de selección de la muestra, la recogida de la información y el tratamiento de ésta.
La tercera y última parte está referida al marco analítico estadístico, también subdividido en dos capítulos, el primero de ellos se destina al análisis e interpretación de los datos recabados y el segundo aporta las conclusiones a las cuales se han arribado, incorporándose algunas propuestas relativas al tema de estudio.
Finalmente se entregan las referencias bibliográficas consultadas y se adosan los anexos empleados para el desarrollo de la investigación; los instrumentos aplicados, respaldos estadísticos y documentación formal utilizada.