Existe un número en aumento de jóvenes marginados en Europa. A lo largo de la última década, la tasa de desempleados entre los jóvenes de la Unión Europa era casi el doble de alta que la tasa para la población en general. En el 2011, España tuvo los índices más altos de jóvenes en situación de desempleo: 46,4%, así como Rumanía con un 23,7% (Eurostat). La Comisión ha iniciado un plan de acción para reducir el abandono temprano en la educación y reducir el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, siendo para la Unión Europea uno de los objetivos clave en la estrategia de la Europa del 2020. Hay una amplia diversidad de grupos vulnerables de gente joven en toda Europa. Actualmente, la crisis económica y financiera está directa o indirectamente afectando a las clases medias y bajas con las con controvertidas políticas para reducir el déficit fiscal, las cuales han implicado, por ejemplo, una subida del coste del acceso a la educación superior (uno de los posibles caminos hacia la mejora social y económica), creando, en algunos países europeos, nuevos grupos de excluidos de la educación superior.
Las desigualdades en la educación por razones geográficas, étnicas y de origen social, así como el salario, las retribuciones en las oportunidades laborales son dimensiones críticas de la exclusión social (e.g. Eurostat, 2009; International Labour Organization, 2009). El desarrollo de políticas, incluidas aquellas en relación a la educación, que amplíen el acceso a las oportunidades, es esencial para combatir la naturaleza permanente de la exclusión. En este sentido, y en el marco del proceso de Bolonia, la dimensión social de la educación superior ha estado presente desde el comunicado de Praga en el 2001, en el cual se enfatiza la necesidad de trabajar hacia la inclusión de estudiantes y hacia la promoción de posibilidades de movilidad para todos. Las sucesivas declaraciones y comunicados (Berlin, 2003; Bergen, 2005; London, 2007; Leuven and Louvain-la-Neuve, 2009; Budapest-Vienna, 2010; Bucharest, 2012) continúan insistiendo en la necesidad de promover la dimensión social a la construcción y consolidación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), y especialmente, la necesidad de crear modalidades de aprendizaje flexibles en la educación superior así como la provisión de servicios adecuados para los estudiantes (London communiqué, 2007).
Recientes informes elaborados por el EACEA/EURYDICE (2012) subrayan esta cuestión al indicar que, pese el gran progreso realizado por los sistemas educativos de Europa, todavía quedan retos que necesitan ser superados: promover objetivos medibles en relación a la dimensión social, establecer sistemas para monitorizar la participación de aquellos grupos menos representados en la Educación Superior; trasladar aquellas políticas ya existentes en otros países de Europa sobre cómo actualizar las medidas de asistencia a grupos vulnerables. El objetivo de nuestra propuesta es promover la educación y la inclusión social de aquellos grupos menos representados así como los estudiantes poco habituales, para de esta manera poder satisfacer una de las cuestiones consideradas más prioritarias y dirigirlos claramente una de las características más importantes del programa Erasmus+: “promover la equidad y la inclusión facilitando el acceso a los estudiantes con trayectorias en desventaja y con menos oportunidades en comparación a sus iguales” (p. 13, guía del programa Erasmus+).
Este objetivo principal está concretado en 4 objetivos operativos: (1) establecer un mapa con las políticas institucionales para atender a grupos vulnerables en relación al acceso y éxito académico; (2) establecer pautas para ser implementadas en las instituciones de educación superior para promover iniciativas encaminadas a fomentar el acceso y el desarrollo con éxito de aquellos estudiantes que no tienen suficiente representación en las universidades; (3) crear estrategias conjuntamente y medir la promoción del acceso, permanencia y éxito de estudiantes vulnerables y de otros estudiantes no habituales en la universidad; (4) crear un laboratorio para la creación de estrategias flexibles de innovación con la idea de promover el compromiso social de las instituciones de educación superior en relación a los grupos de estudiantes más vulnerables.
Este proyecto (ACCESS4ALL) está relacionado con dos de las principales prioridades de la Europa 2020: (1) crecimiento inteligente: alentar a las personas para aprender, crear nuevos servicios que ayuden a redirigir los retos sociales y la utilización de las TIC; (2) crecimiento inclusivo: incrementar el número de ciudadanos con educación terciaria y reducir el porcentaje de gente en riesgo de pobreza y exclusión social (estas prioridades están directamente relacionadas con 2 de los 5 objetivos de la Europa 2020).